Aparentemente hemos de aparentar,
más por cansancio que por ganas
de aguantar tesis de cantamañanas
y por la sangre al río no llevar.
Indolencia que me duele,
me devora con fauces de demagogia.
¿Cómo no va a sangrar la herida?
¡Si hay sangre, porque hay vida!
Estiro una sonrisa matinal,
la fuerzo, la pienso, la obligo,
pero se me olvida a ratos
cuando me cruzo la existencia.
Pero lo intento, lo intento…
¡Qué no digan por falta de ganas!
Todas las que puedo y más,
pinto lo malo a bueno y…
lo malísimo a regular.
Yo lo intento.
Sigo intentando engañarme,
a veces lo consigo,
otras no me hace falta,
sigamos perfeccionando…
Apariencia e indolencia.
Yo lo intento, lo intento…
pero no lo consigo.
pero no lo consigo.
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