Resulta que esa mayoría a la que todos tildamos de estúpida cuando nos encontramos en un extremo, es posible que esté de vuelta de esos extremos o no le haya hecho falta siquiera ir, lo que querría decir que ha sido más resuelta que nosotros.
Las locuras de adolescencia o juventud, y en muchos casos hasta entrada la madurez, nos llevan a algunas personas a todo tipo de extremismos, estéticos, religiosos, políticos… y un día, cuando realmente te das cuenta que todo ese camino recorrido te lleva a unirte a las filas de la masa, piensas si el tonto no eras tú de tan listo que te creías.
Pues bien, la denostada mayoría te puede dar sopas con ondas en cuestión de razón, muchos de ellos tienen un master en zen, filosofía y comprensión. Ya lo sé, a ti te pueden parecer tontos, pero es que quizás lo que vemos en ellos es el reflejo de nuestra pedante “inteligencia”.
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