Escuchemos a la ultra derecha, escuchemos a la ultra izquierda, habremos perdido al menos un 90% del tiempo, porque la mayoría de sus propuestas son consignas, frases para corear en una manifestación, ideologías vacías. Y esto también se podría extender a algunos partidos más moderados pero que siguen jugando a los bandos, izquierda-derecha.
Sólo la transversalidad tiene sentido hoy en día. Los grupos que, aún partiendo de posiciones extremas, se orientan a lo real, son los únicos que podrán desarrollar un auténtico sistema que merezca la pena. Se puede partir de una postura patriota, centrista, liberal, socialista… pero debe tenderse a una vocación transversal.
Así, franquistas, falangistas, comunistas, anarquistas y algunos demócratas de pelaje corrupto, deberían estar fuera del espectro del poder. El tiempo y las experiencias anteriores les invalidan.
Se me olvidaba, si escuchas a los separatistas, aquellos que quieren volver al primitivismo secular en beneficio de sus propios intereses económicos, habrás perdido no sólo el 100% de tu tiempo si no también la cabeza. Su idea en sí es una consigna hueca.
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