lunes, 17 de febrero de 2014

O.N.G.

En formación, en hilera predicante, los jóvenes en plena calle exhibían consignas. Sus bocas eran apéndices por donde cagaban todo el discurso de su líder, para ellos el paradigma de la moralidad.



Con la sonrisa falsa de un comercial, repartían folletos y frases lapidarias a los viandantes. Buscaban adeptos voluntarios a la ‘causa’, en parte, para no pensar que eran los únicos imbéciles que trabajaban gratis en un negocio que día a día se iba haciendo más rentable. 

Obra recogida en el libro de relatos cortos "Serenidad".

martes, 11 de febrero de 2014

El apátrida

El apátrida un día se sorprendió sintiendo la patria. Los colores de la bandera se habían tornado en algo más que trozos de tela, que trapos, como vulgarmente se refería a ella. Quizás algo así como una forma de entender el mundo, una cultura, una visión sentimental colectiva.


Se conmovió al reflejarse en la traición que suponía su pasado. Todo este tiempo anduvo tirando piedras contra su tejado. Ahora, con algunas tejas rotas, le urgía buscar soluciones, escuchar a quienes siempre negó sus oídos, por entenderlos como enemigos. Él, adalid de la libertad, había practicado consigo mismo una censura sectaria, sólo los interlocutores válidos a su “kit ideológico” merecían la pena ser escuchados.

Ahora, se descubría manipulado, engañado, estafado… en fin, gilipollas. Seguía fingiendo una fachada inalterable, pero detrás de los muros ya sólo quedaban escombros. Su ideología se había derrumbado, sólo quedaba un amasijo de atrezzo de cartón piedra al que se preparaba para meterle fuego.

Obra recogida en el libro de relatos cortos "Serenidad".

jueves, 6 de febrero de 2014

Leo

A ella se le ocurrió que no había mejor nombre para su gato, Leo, no como alusivo a un león, sino en honor al padre multidisciplinar de las artes y las ciencias, el gran Leonardo Da Vinci.


Con el tiempo parecía que el nombre hubiera ejercido un extraño y mágico influjo, una especie de sortilegio, pues, el minino, blanco y de angora, cada vez se asemejaba más al autorretratro de su homónimo y cada día le demostraba que era más sabio que la gran mayoría de los mortales humanos.

Obra recogida en el libro de relatos cortos "Serenidad".

lunes, 3 de febrero de 2014

Recuento




Faltaba uno. No había duda. Tras repetidos recuentos, las cuentas no salían. Sin embargo, no quedaba recoveco ni escondrijo donde guarecerse sin revisar. Entonces cayó en un detalle. Se le había olvidado contarse a sí mismo.

Obra recogida en el libro de relatos cortos "Serenidad".