lunes, 9 de diciembre de 2013

Sólo puedo esperar

Una espera indeterminada
me mantiene en tensión,
los brazos cruzados,
apretados los dientes,
la mirada fija.

Sólo puedo esperar,
ya no depende de mí,
sólo puedo esperar.
Cada segundo como un golpe siento.

Siento mi alma prostituida
y mi voluntad aprisionada,
me noto hueco,
se languidecen mis arterias.

La gran mano me apunta,
hace sentir su sombra sobre mí
en este invierno
sin sol.

Mi futuro cabe en tu palabra,
mis pasos acotados en tu decisión.
Pudiera decirse
que, soy tu juguete
al que puedes meter
en la caja de muñecas,
que puedes llenar de oscuridad,
aislar del contacto
pero nunca privar
del paisaje que defiendo libre en mi cabeza.

Obra recogida en el libro 'Del mar de tierra'.

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