Cuando Rosseau afirmó que “El hombre es bueno por naturaleza”, parece ser que, en modo alguno observo a la naturaleza y al hombre (y a la mujer) como parte de la misma.
Peor aún si consideramos las diferencias para con el resto de las especies. La conciencia y la racionalidad nos confieren la intencionalidad y se convierten en claros agravantes. La frase de Rosseau es una falacia sin posibilidad de sustentarse a poco que seamos conocedores de nuestra existencia.
La naturaleza es terriblemente bella, bella y terrible. Cualquier documental nos enseña la belleza del depredador y su presa, su terrible relación.
Tampoco hace falta irse tan lejos. Cualquier jardín es un campo de batalla que podemos observar con paciencia y una lupa.
Licencia Creative Commons. Reconocimiento – NoComercial – SinObraDerivada (by-nc-nd): No se permite un uso comercial de la obra original ni la generación de obras derivadas. En caso de reproducción indicar autoría y blog de origen.